domingo, setiembre 10, 2006

Antología mínima de Jugando a ser Dios (2000) de Johnny Barbieri

LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES

Estoy frente a Zelda
en Port-au-Prince
frente a la acostumbrada necesidad de volver
a intentarlo todo una vez más
Avanzo a ciegas
camino un largo trecho a ciegas
nadie está conmigo
la tarde crea geometrías y bosquejos
de una soledad que sólo yo entiendo
avanzo y un ruido ciego avanza conmigo
Ronsard avanza conmigo
un vacío en la pared avanza conmigo
En este pequeño espacio
donde la benzedrina avanza sin rumbo
sólo estoy yo y un puñado de recuerdos
atrás queda
Drummond
Desnos
el caballo que se fue
la casa roja y su rincón de cristal
el rapto de Helena
el silencio en el Peloponeso
Allí está Zelda
tras el haz de luz
repitiéndose
y la noche que se hace negra después del silencio
repitiéndose
está la piedra repitiéndose
el pan multiplicándose
y la sombra es sombra mil veces
y el silencio mil veces más silencio que de costumbre
y estás tú con tu café y tus vómitos
parado en medio de un mundo que crece
entorno a un sinfín de nadas
Nada somos
Nada Juan atrás un retrato cubista
1966 tú tartufo ese pedacito de papel
Nada somos
N A D A


ESTE ES MI PACTO

Hacia el Helesponto
sobre caballos de sal
veinte Pedros hemos pasado
aquella línea divisoria entre lo real
y lo irreal
entre la razón
y la sin razón
entre el ir tejiendo caminos para andar
y el volver al viejo sendero a un bosque de huesos
y deseos
Veinte profetas desde Bizancio
al Sinaí
desde Batavia
a Oaxaca
Pedro tenía una estrella y un ratón
un hoyo inmenso atado a su espalda
un lago senil con bufeos de oro y escualos
de luces fosforescentes
nadando en semicírculos
caminó todos los caminos
alcanzó todas las distancias
pero se negó a cruzar ese vacío aciago
de perderse en medio del dolor
ese criadero de recuerdos inmemorables
y el día y la noche
pasó sobre sus hombros
y el espacio se hizo más pequeño
más real
más cuarto lleno de cuartos pequeños
empequeñecidos
La piara de Epicuro desbordó el espacio
ese espacio silencioso que hay entre tu cuerpo y el mío
entre la náusea y Schopenhauer
entre el mármol y la espalda que se quiebra
de un golpe
y se rompe como un jarrón
como un jardín
como una hoja de Eclesiastés
como un poema de Li Po
Hacia el lado de los seres que se entrelazan
en medio del dolor
Este es mi pacto
mi palabra
la vela encendida para alumbrar el mundo
MUNDO MÁGICO
Allí yace un cerebro de cristal
Abaddón creciendo bajo la sombra
allí Faulkner sobre la hierba seca
allí los lagartos multiplicados
apoderándose de nuestros cuerpos
siempre cuerpos diseccionados / Judaicos
asesinados todos
partidos por un rayo
clavados por una lanza
sobre la tierra
y era la tierra inmensa
grande inmensamente grande
inalcanzable a nuestros ojos
a los ojos humanos
ciegos
Homero me observa
y yo lo observo
sus ojos volaron en p e d a z o s.

EL JUICIO FINAL

Once vellocinos negros con golondrinas multicolores
vuelan al horizonte en Santander
perdices de titiriteros en Génova
una paloma se posa en el ala derecha
del alero de la casa donde estoy yo
entrelazado a mis sueños
el sol refleja sobre el mármol grandes
nardos para deshojar
Estoy como al principio
cayendo vertiginosamente
sobre mis propias culpas
nada me detiene
pronto huiré de todo esto
Huyendo para atrás
tomaré el sur
el viejo hoyo en la pared
y saldré con mis penas a ocultarme
bajo estas piedras raras
estas pequeñas piedras raras talladas de langostas
y águilas de Aleph que vuelan ciegas
bajo el raso cielo azul
Once negros vellocinos con golondrinas
escapan para no volver jamás
Duchamp
pensaría golondrinas dadaístas de cristal
volando en la noche
bajo la luna rota
sobre Port-au-Prince
Todos han muerto
nada queda
once flores crecen en el desierto del Sinahí
y son flores negras flores pálidas
flores imperfectas flores imbéciles
flores que parecen flores y crecen
para deshojarlas.


AMO EL MUNDO

Yo también amo el mundo
pintándola en las paredes de los burdeles
amo el mundo repitiendo en las calles
esos movimientos monótonos
de ir y venir
ir y venir
ir
Monsieur Brakett
yo amo el mundo
intentando huir
de los que como usted van creciendo en el umbral
pegado a la pared
van creciendo en línea recta y van girando también
en línea recta
creando una caída recta
de pájaros que vuelan
un trayecto recto
Kierkegaard lo entendería mejor
la felicidad terrena como una trivialidad mundana
repitiéndose en medio del caos
Epicuro
Feuerbach
Banchi de las calles de Lima de 1986
Lima roja rosa rota para andar
desde el Cristo crucificado
al centro de este mundo real / irreal
un lugar para Voltaire
para ir y venir
ser o no ser
el velo de novia en medio de la noche
el caballo negro
lo total
Descartes en medio de esta irracionalidad
de andar aquel camino
después del camino que se ha emprendido
toda la vida
Yo también amo el mundo
tirando para atrás
mis redes con sus peces de cera
nihilistas del lado mayor
Heidegger - de entre todos
hijos de hojalata
hojas de un cuaderno de apuntes
de un viaje a Berlín
antagonistas de la nada
opuestos de sí
yo amo el mundo
y el mundo me ama a mí.


JUGANDO A SER DIOS

A los inmortales de San Carlos

Tengo el día y la noche - dispuestos en O
sobre un mundo ordinario que gira por mis dedos ingleses
como un ave de carroña sucia y siniestra
en mi habitación
Tengo el recto de un otoño escandinavo para crear
la luna y los jardines babilónicos
la rosa más pura
los anuncios comerciales de las grandes ciudades
- iluminados todos
Si ando el mar se abre en dos como un pan
si caigo caen los árboles y las ideas prominentes
de los hombres ilustres
de los griegos como Platón y Prometeo
de los romanos después de la belleza
desnuda y monótona
Si acaso duermo se apaga la lámpara del cuarto
y el firmamento oscurece con todos sus planetas
y si lloro todos los ríos de la tierra se secan
y el cielo cae gota a gota
sobre nuestras reducidas cabezas
cabeza antisemita de un dictador que cruza
la calle en cruz
gozoso de su día
repasando su paso de Dios milanés
su camino a los consejos de guerra
a la mula Arbizueta y a su sexo inferior / tercermundista
Soy español en el lenguaje que escupo
en el lenguaje que hablo
y deploro a los fieles indígenas
El judío que enfermó y murió de inanición en una cárcel
de Varsovia
heterodoxo
mahometano puro
el hombre común
Ramón Collar
Gallo Casio
la belleza de los conejos blancos como la nieve
que se deshace en mis manos
quebradizo como el ozono
Tengo por madre a Safo
y por padre también a Safo
a la mujer de los bemoles y los tigres
de los rayos del sol por la ventana
ABIERTA A LAS MUDANZAS
Y A LOS ROLES DE SOÑAR
UNA MAÑANA CON ESA BELLEZA
MUERTA
Y ESOS SONIDOS REPITIÉNDOSE
SILENCIOSAMENTE
Nací en Lima con los alambres flecheros y
la revolución negra
con el oso polar y la lluvia de cinco meses
de gestación
con esa lluvia de semillas olorosas
y amarillas como el virus
En voz baja
hablo a los heridos del invierno ruso
al color de Beatriz y al olor de sus muslos en el lecho
nupcial
y a la piedra herida
y a los buscados por la ley
y a Cuba revolucionaria
y a Buenos Aires cosmopolita y a sus mujeres
desnudas de aquella imaginación
que viene a un ritmo de caballo
pétreo de lógica
cerrado del cuarto más pequeño de la habitación
en la esquina antidiluviana y exótica
Al oficio de Dios
que crea los espacios para moverse en el vientre
materno
Yo creo el universo / la vía láctea
a Horacio saliendo de su cámara de gas
y a Rimbaud en la prensa neoyorkina
Hago la historia como hago el sexo con Banchi
y con la muchacha occidental
Natasha Nikoláievna de San Petersburgo
y del asceta
y de los corceles alados e iluminados
verdes de piel
Homero me observa y estoy verde de piel
como un sapo
como los pedazos del sapo
del hongo de Baviera indistinguible
y cómo si soy Dios
y cómo si soy el Diablo andaluz de cuatro patas
y abetuno mi cara para la guerra interminable
y abetuno mi Everest para romperte
los jarrones chinos
Berlín con su muro de mierda
la aldea oscura sobre la tierra desierta
la mala racha como la cinta roja
que hay que cortar
el mismo nervio umbilical que une mi ser
y el tuyo
hay que cortarla de su rabo
como a los perros pequeños
hay que sacarle los ojos para que no
vea a nadie
ni a sí mismo
frente al espejo del lago
Tengo el tiempo y los pinares
los techos de este cuarto y de este mundo
arranco los dedos de sus férulas
rechino los dientes para hacer temblar la tierra
con sus ciudades y sus mares
y lloro por África
me suicido por Somalia
por los campos de refugiados
por los niños palúdicos
por las máquinas palúdicas
con vida y con forma falsa como el palo asmático
que te llena
te revienta en franjas
rojas y blancas
en la edad de Luis XIV - Rey de Francia
del Conde Leautréamont del Maldoror
puro sin cuerpo alucinante
y blanco
y Rey
y todo Dios salido de las aguas
y todo lo que soy
y todo lo que suelo decir a todos que soy
el cerdo y el buey blindado sobre tus detalles
tus senos tu sexo tu Madrid tu Roma
tu París tu cáncer tu oro tu fe
tu Río de Janeiro de 1990
tu prostituta preferida tu alcohol
tu blusa maternal
irás a la iglesia
rezarás por los dos un padre nuestro
fumarás una dosis de más
tendrás mi edad y yo tendré tu camino
angosto y desconocido
oirás mis pasos
y yo oiré el fuego que sale por tu boca
desnaturalizado
con Basho y Lao-Tsé
con el lado horroroso de las falsas apariencias
y la rata azul
En el hotel hasta cuando nos llamen
en el poyo hasta cuando vengan por
nosotros a llevarnos a los infiernos
cuando te mires en el pasado
cuando logres extraer un piojo de tu corazón
es ser
el revés y el rubí
las flores de papel
el cero en el rincón del confín del cuarto
sobre la silla rota de la pata trasera del sistema
los cuatro antagónicos Ayar del hogar
la visión en una constante absurda
allí Mahar y Kahar
con su cerebro mezquino y rojo
roja tu barbilla rojo tu Charleville
rojo tu ano rojo de amor
de un fin que cae
y se sienta a la mesa
y nos habla de un mañana
de un lugar grande y azul
perfecto para todos
para el constante temor a los designios inesperados
y los prejuicios nauseabundos
a la rima y a la moral estúpida
la fruta prohibida
un lugar asesinado y dulce
y correr y asirse del camino
más iluminado
y encontrar al primer hombre
y amarlo
y encontrar a la primera mujer
y amarla dos veces
y encontrar a Dios
y amarlo toda la vida
aunque ya nadie responda por él.